Al llegar el final del periodo, la rutina se veía interrumpida por la llegada de la temporada de exámenes y, Erika ponía en marcha los rituales preparatorios, que muy bien conocía, antes de abrirle la puerta del frente a su alter ego: Erika, la maniática, una joven obsesionada por estudiar sin parar, que tiene ojeras de mapache y consume cantidades alarmantes de mecato.
Una de las rutinas previas consistía en hacer desvíos de su camino de regreso habitual y pasar por el supermercado para aprovisionarse, llenando el cajón inferior de su escritorio con golosinas, galletas y frutos secos, que eran cuidosamente seleccionados y le servirían para quitarle el hambre durante las largas jornadas de estudio venideras. En la nevera no podían faltar las bebidas energizantes, las cuales eran el paso siguiente, cuando el café negro destronara al agua como método principal de hidratación. En su escritorio, se apilaban de forma desmedida los libros, resaltadores, lapiceros, el papel reciclable y toda hoja que pudiera ser rayada con una fórmula química, una frase del protagonista del libro o la idea principal de algo que dijo algún señor barbón en la edad media.
La lógica era bastante simple: más horas de estudio es igual a mejores notas. Por ese motivo, ella pasaba noches en vela resaltando ideas importantes, tomando notas con una precisión milimétrica y llenando hoja tras hoja con sus valiosísimos apuntes, los cuales descansaban impasibles dentro de los límites físicos de su cuaderno argollado de notas de estudio.
Sus compañeros de clase, llenos de admiración, no perdían ninguna oportunidad para traer a colación las maratónicas sesiones de estudio de Erika; atribuyendo características similares a las de las medallas de honor a sus profundas ojeras y velocidad de reacción disminuida. Para Erika, la maniática, dormir dos o tres horas al día era la norma. En todos los rincones de la escuela, se comentaba sobre la chica con habilidades sobrehumanas de estudio. Erika parecía haber desarrollado el don de la omnipresencia, ya que su nombre no podía faltar en las conversaciones a media voz entre clase y clase, ya fuese en el salón, los pasillos o el patio principal.
Con todo este reconocimiento, ella se vio rodeada de un halo de fama que no hizo más que aumentar con el tiempo. Pero había un problema. Un pequeño problema que no mencionamos al principio de la historia: Erika, la maniática, es una joven obsesionada por estudiar sin parar, que tiene ojeras de mapache y consume cantidades alarmantes de mecato; sin embargo, es también la estudiante con las notas más bajas de su salón, y el promedio más bajo del colegio.
Active recall, un método de estudio
Active recall, también conocido como recuperación activa, es una técnica de estudio que implica la recuperación activa de la información de la memoria. En lugar de simplemente leer o revisar pasivamente el material, los estudiantes se desafían a recordar información de manera activa sin la ayuda de materiales de estudio. Esta técnica se ha demostrado ser altamente efectiva para mejorar la retención y comprensión de la información a largo plazo.
Beneficios del active recall
- Mejora de la retención de información: al activar repetidamente los procesos de recuperación, se fortalece la memoria y se aumenta la probabilidad de recordar la información en el futuro.
- Profundización del aprendizaje: la recuperación activa requiere que el cerebro haga conexiones más fuertes entre los conceptos, lo que conduce a una comprensión más profunda y significativa del material.
- Identificación de lagunas de conocimiento (information gaps): al intentar recordar información sin ayudas, los estudiantes pueden identificar rápidamente las áreas en las que necesitan enfocarse más.
- Incremento de la motivación y el compromiso: la práctica de active recall puede ser más estimulante y menos monótona que la lectura pasiva, lo que puede aumentar la motivación y el compromiso con el estudio.
- Facilitación de la transferencia de conocimientos: la habilidad de recordar información en diferentes contextos y aplicaciones es mejorada, lo que facilita la transferencia de conocimientos a situaciones nuevas o diferentes.
Ejemplos para aplicar el active recall en el aprendizaje de idiomas
- Tarjetas de memoria (Flashcards): crear tarjetas de memoria con una palabra en el idioma objetivo en un lado y su traducción o definición en el otro. Intentar recordar la palabra antes de dar vuelta la tarjeta.
- Pruebas prácticas: realizar autoevaluaciones periódicas sobre el vocabulario, la gramática o las estructuras sintácticas sin consultar materiales de referencia. Corregir los errores después para reforzar el aprendizaje.
- Escribir sin ayuda: escribir ensayos, historias cortas o párrafos sobre un tema específico sin consultar diccionarios o libros de texto. Revisar y corregir después para identificar y corregir errores.
- Enseñar a otros: explicar conceptos gramaticales o vocabulario a otros estudiantes o incluso a uno mismo en voz alta. La enseñanza es una forma poderosa de fortalecer la comprensión y retención.
- Recuperación espaciada: programar sesiones de estudio donde se intente recordar información después de intervalos de tiempo específicos (por ejemplo, un día, una semana, un mes) para reforzar la memoria a largo plazo.
Expertos en el tema
El método de active recall ha sido respaldado por varios expertos y estudios en el campo de la psicología y el aprendizaje. Entre los más notables se encuentran:
- Henry L. Roediger III: Un psicólogo cognitivo de la Universidad de Washington en St. Louis, conocido por su investigación sobre la memoria y el aprendizaje, ha realizado varios estudios que demuestran la eficacia del active recall.
- Libro: Make It Stick: The Science of Successful Learning (2014). Coautor con Peter C. Brown y Mark A. McDaniel. Este libro explora varias técnicas de aprendizaje efectivas, incluyendo la recuperación activa.
- Publicación: Roediger, H. L., & Butler, A. C. (2011). «The critical role of retrieval practice in long-term retention.» Trends in Cognitive Sciences, 15(1), 20-27.
- Jeffrey D. Karpicke: Profesor de Psicología Cognitiva en la Universidad de Purdue, ha publicado extensamente sobre la importancia de la práctica de recuperación en el aprendizaje.
- Publicación: Karpicke, J. D., & Blunt, J. R. (2011). «Retrieval practice produces more learning than elaborative studying with concept mapping.» Science, 331(6018), 772-775.
- Publicación: Karpicke, J. D., & Roediger, H. L. (2008). «The critical importance of retrieval for learning.» Science, 319(5865), 966-968.
- John Dunlosky: Profesor de Psicología en la Universidad Estatal de Kent, coautor de numerosos estudios sobre técnicas de aprendizaje efectivas, incluyendo la recuperación activa.
- Libro: Strengthening the Student Toolbox: Study Strategies to Boost Learning (2013). Un artículo en American Educator que resume estrategias de estudio basadas en investigaciones, incluyendo el active recall.
- Publicación: Dunlosky, J., Rawson, K. A., Marsh, E. J., Nathan, M. J., & Willingham, D. T. (2013). «Improving students’ learning with effective learning techniques: Promising directions from cognitive and educational psychology.» Psychological Science in the Public Interest, 14(1), 4-58.
Estas referencias proporcionan una base sólida para la implementación del active recall en prácticas de estudio, respaldando su eficacia con evidencia científica y experticia en el campo de la psicología cognitiva.
Al integrar el método de active recall en sus prácticas de estudio, los estudiantes pueden experimentar una mejora significativa en la retención y comprensión de la información, optimizando su proceso de aprendizaje de manera eficiente y efectiva.
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